Los mitos crecen en la medida en que son
atractivos. Surgen sin intención y también muy bien inventados. Se les da
cobertura si venden, y para que vendan más. Y casi no hay familias famosas sin
mitos. Los Habsburgo, por ejemplo, tenían, cuando gobernaban, fama de que una
dama blanca se les aparecía a los que estaban por morir, con el fin de
anunciarles el evento y quizás para que se prepararan para el viaje o echaran
mano a la resignación. Incluso hay un libro titulado La Dama Blanca de los Habsburgo, escrito por Paul
Morand.
En lo que a los Kennedy se refiere, miticamente
son -o fueron cuando eran más importantes- perseguidos por la muerte, ese ser
encapuchado que lleva siempre consigo una tétrica guadaña con la que cumple su
misión. ¿La razón? Que muchos de ellos han muerto…, como mueren las personas,
claro.
El inaugurador del mito fue Joe Kennedy Jr, un
joven soldado durante la segunda guerra mundial que, celoso de su hermano menor,
John, buscó de manera negligente su muerte tratando de pilotear para vestirse
de héroe un avión cargado de explosivos. Después le siguió su hermana Kathleen,
quien también murió en un accidente aéreo.
Años más tarde vino la muerte de los dos
hermanos, John y Robert, exterminados por sicarios que seguramente habían sido
enviados por personajes poderosos que pretendían destronarlos porque les
significaban un peligro. Y a punto de cerrar el siglo pasado se accidentó, una
vez más en avión, John Kenndy Jr. Otros Kennedy después de él han muerto, pero
fue él -el joven estadounidense más fotografiado de la segunda mitad del siglo
XX- quien cerró la cadena de tragedias que sirven a muchos mitómanos para
asegurar que los Kennedy son -o fueron- una familia perseguida por la muerte.
Viendo las cosas cómo realmente fueron, a los
Kennedy no los seguía la muerte. Murieron trágicamente cuatro hermanos de los
nueve hijos de Joe y Rose Kennedy por distintas y lógicas razones. Tenían, eso
sí, una tendencia a buscar los peligros, porque se creían invulnerables. El primogénito,
Joe Jr, habría llegado a viejo y a presidente de haber sido más prudente. John y Robert fueron
liquidados porque estaban expuestos a eso debido al gran poder e influencia que
tenían. Eran otros tiempos, a Dominique Strauss-Kahn lo liquidaron muy probablemente por las
mismas razones pero de diferente manera: metiéndole una mujer en la cama.
La única que murió en un accidente no buscado fue Kathleen, desgracia a la que se expuso al viajar en un avión como lo hace muchísima gente todos los días. En cuanto a John Jr, fue otro caso de autentica negligencia al empeñarse en viajar sabiendo que las condiciones meteorológicas no eran favorables para hacerlo. Fue el tercer miembro de la familia en morir en un avionazo. Por tanto, si bien es ilógico que la muerte, la ya mencionada encapuchada de la guadaña, ande tras ellos, lo que sí es muy probable es que los fabricantes de aviones los traigan entre ceja y ceja.
La única que murió en un accidente no buscado fue Kathleen, desgracia a la que se expuso al viajar en un avión como lo hace muchísima gente todos los días. En cuanto a John Jr, fue otro caso de autentica negligencia al empeñarse en viajar sabiendo que las condiciones meteorológicas no eran favorables para hacerlo. Fue el tercer miembro de la familia en morir en un avionazo. Por tanto, si bien es ilógico que la muerte, la ya mencionada encapuchada de la guadaña, ande tras ellos, lo que sí es muy probable es que los fabricantes de aviones los traigan entre ceja y ceja.
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