La foto de arriba es una de esas imágenes de la
historia que dicen mucho, más que varios libros juntos, si la sabemos interpretar. Fue tomada allá por 1909, y
los protagonistas son nada menos que Sir Winston Leonard Sperncer-Churchill y
el todopoderoso Guillermo II de Alemania, el último Káiser.
Cualquiera se preguntaría por qué antes incluso
de la Primera Guerra
Mundial, cuando nadie conocía a Churchill fuera de su entorno, el emperador de
Alemania posaba junto a él para un fotógrafo. La respuesta es sencilla: antes
que estadista e historiador, Churchill era un aristócrata, sin titulo
nobiliario, pero nieto del duque de Marlborough. La familia había emparentado
siglos atrás, bastardamente, eso sí, con un rey de Inglaterra. De esa rama
descienden, para no ir muy lejos, los actuales duques de Alba. De allí que Guillermo no tuviera inconveniente en retratarse con él.
Otra cosa interesante de la fotografía es un dato que nos revela con nada más verla. Churchill medía 1.70 m, era, para la época, de estatura media. El Káiser, como puede verse, era más bajo que Churchill, aunque por las poses y los ostentosos uniformes militares, siempre lo hemos imaginado como un hombretón de metro noventa y pico. Nada más lejos de la realidad.
Otra cosa interesante de la fotografía es un dato que nos revela con nada más verla. Churchill medía 1.70 m, era, para la época, de estatura media. El Káiser, como puede verse, era más bajo que Churchill, aunque por las poses y los ostentosos uniformes militares, siempre lo hemos imaginado como un hombretón de metro noventa y pico. Nada más lejos de la realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario