Hoy el político socialista francés François
Hollande se ha convertido en presidente de Francia, dejando fuera del poder a Sarkozy.
Cualquiera con un poco de sensatez sabe que el socialismo no le hará nada bien
a Francia en plena crisis mundial. Pero así es la democracia. Los necios también
votan. Sarkozy por su parte ya no tendrá que verse en la necesidad de subirse a
un peldaño cada que se tome fotografías con otros lideres mundiales. Por lo
menos una preocupación le quitaron.
Pero volviendo a que en Francia ganó el
socialismo, ese puesto le tocaba a Dominique Strauss-Kahn. Él habría vencido a
Sarkozy como lo hizo Hollande, porque cuando un país quiere cambiar de partido
quién lo represente a veces importa poco. Lastima que Strauss-Kahn cambió el
cargo de presidente por unos minutos de pasión. No fue la mejor elección, y él
lo sabe, pero por lo mismo se han perdido reinos e imperios. Que no se preocupe
tanto, no es el único que ha sido víctima de su calentura y la cosa ya no tiene remedio.
Casi estaba seguro el desenlace.
ResponderEliminarUn saludo.
Me considero sensata, y no estoy de acuerdo contigo. No se pueden mezclar esos términos, creo.
ResponderEliminarBesitos
Lupa
Qué bueno que me lo dices así, Lupa. Este mundo sería mejor si todos supiéramos respetar a los que no comparten nuestras ideas.
ResponderEliminarUn beso
Y lo respeto, vaya por delante. Pero me revuelvo, en este mundo en el que jamás lloverá a gusto de todos, es lo que nos queda, no?
EliminarRe-besos
Lupa